Como una chispa sobre heno seco, el asesinato del popular cantante Paul Flores, el domingo último, desató la indignación nacional contra la impunidad del indetenible crimen organizado que siembra de muerte y de miedo las calles peruanas.
El titular responsable político de la grave situación, las bancadas parlamentarias de partidos integrantes de un bloque hegemónico que es sustento de la mandataria y su ministro, se vieron obligados a retirar su apoyo a Santiváñez.
“Fueron obligadas por la opinión pública a votar por la censura de su ministro favorito», afirmó el analista político Juan de la Puente, quien añadió que otros 35 legisladores lo hicieron por miedo a la indignación popular.
Dijo también que “la calle movilizada puede mandar al Congreso”, que ya no puede ignorar el rechazo masivo de que son objeto la presidenta y los parlamentarios en las encuestas.
“Las calles se alzan contra la inseguridad y la criminalidad que enlutan al país”, apuntó el congresista Jaime Quito, aludiendo a la multitudinaria marcha que enarboló su rechazo a Boluarte y a Santiváñez.
La movilización exigió seguridad y dejó en claro que no le basta el retiro del cuestionado ministro y Quito, uno de los impulsores de la censura, advirtió que “el fracaso de este régimen no puede seguir costando más vidas”, pues a diarios hay asesinatos por sicariato.
Mientras, la congresista Susel Paredes, quien promovió otra moción de censura, dedicó la medida a “los familiares de los más de mil 800 asesinados durante la pésima gestión del señor Santivañez, que debe responder a la justicia, igual que Boluarte, la responsable de mantenerlo en el cargo”.
Se refirió así a las investigaciones a la mandataria y al casi exministro por diversos delitos, algunos de suma gravedad.
El exministro del Interior Rubén Vargas dijo que, además de su absoluto fracaso que arroja un crecimiento exponencial de los crímenes, favoreció a un grupo de policías de la norteña ciudad de Trujillo involucrados en estructuras criminales.
Sobre los efectos políticos de la defenestración de Santiváñez, el diario La República oficializa el abandono a Dina Boluarte por parte de los partidos neoliberales que la han apoyado desde el Legislativo.
El diario agrega que el retiro de esos partidos al apoyo vehemente que daba a Santiváñez, evidencia que “Boluarte ha empezado a ser poco útil para los intereses de los que se reparten el gobierno realmente”.
Apunta que “el pueblo movilizado ha empezado a sentir cómo las cosas pueden cambiar”.
Pese al rechazo que concita Santiváñez, la presidenta Boluarte siguió defendiéndolo y elogiándolo y hasta dijo que el sucesor tiene que ser alguien que sea como él y con la misma política.
El diario conservador El Comercio comenta que poco va a cambiar si el nuevo ministro mantiene la misma línea e insiste en medidas ya fracasadas como los estados de emergencia y el posible restablecimiento de la pena de muerte.
“La elección del nuevo ministro del Interior es quizás la última oportunidad para que la presidenta nos muestre si realmente quiere hacer algo para detener la voracidad del crimen”, advierte.
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