En un comunicado difundido en su red social X, la cartera indicó que personal de la Corporación Eléctrica del Ecuador y de Petroecuador trabajan en la colocación de una barrera flotante en el río Coca.
El objetivo es evitar que la mancha de combustible afecte la infraestructura de la central Coca Codo Sinclair, principal hidroeléctrica del país, que se encuentra operativa y aporta mil 100 megawatts de potencia al sistema eléctrico nacional.
En las próximas horas, se tomará la decisión de sacar o no de operación a la hidroeléctrica, con la finalidad de proteger su infraestructura electromecánica, apuntó el Ministerio, que consideró el hecho como un “atentado”.
No obstante, la entidad gubernamental aseguró que no habrá cortes energéticos en caso de que Coca Codo Sinclair entre en mantenimiento, pues las termoeléctricas y barcazas garantizarán el suministro de energía a todo el país.
El Poliducto Shushufindi – Quito es parte del sistema que transporta combustibles como gasolina, diésel y GLP hacia las principales ciudades del país.
El texto afirma que adoptarán las medidas legales que corresponden “para salvaguardar la infraestructura eléctrica del país”.
Este hecho se produce luego de que hace nueve días ocurrió el derrame de miles de barriles de crudo en la provincia de Esmeraldas que afectó a ríos y desembocó en el mar, con lo cual miles de personas quedaron sin acceso a agua potable y hubo estragos considerables en la flora y la fauna.
El Ejecutivo también catalogó como un sabotaje el caso de Esmeraldas, donde hubo una rotura en el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), aunque en un primer momento declararon que el desastre había sido provocado por un deslizamiento de tierra debido a las lluvias.
En redes sociales ciudadanos y políticos cuestionaron al Gobierno por justificar cada acontecimiento con el argumento de que fue provocado.
lam/avr