Bolsonaro pretende en esa fecha reunir a partidarios en defensa de la amnistía para los implicados en los ataques antidemocráticos del 8 de enero de 2023, data marcada en negro en la historia nacional.

«El próximo 6 de abril, vamos a ocupar la Avenida Paulista para mostrar a Brasil y al mundo que no aceptaremos más abusos y ataques contra la libertad. Lo que está pasando en nuestro país es inaceptable y debe llegar a su fin», escribió el exgobernante en la red social X.

Señaló que la amnistía avanza en el Congreso Nacional «con el apoyo creciente de los parlamentarios y partidos, pero ahora la pelota está en nosotros. Necesitamos mostrar a aquellos que aún están indecisos que esta agenda es urgente y refleja la voluntad de la mayoría de los brasileños», rasgueó.

Informó que se reunió con líderes políticos para exponer «los absurdos que están sucediendo y buscar apoyo. Hemos logrado importantes adhesiones, pero muchos esperan una señal aún mayor de apoyo por parte de nuestro pueblo», agregó.

Tal publicación emergió en medio de la expectativa de que se convierta en acusado en el Supremo Tribunal Federal (STF), en el juicio programado para comenzar el 25 de marzo, por su participación en una trama con la finalidad de subvertir el orden constitucional e intentar impedir la toma de posesión del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva.

En su publicación, Bolsonaro afirma que «en nombre de la venganza política, gente humilde está siendo masacrada y humillada por el Estado brasileño», pero no menciona directamente las invasiones y saqueos contra las capitalinas sedes de los Tres Poderes en enero de 2023.

Sin embargo, trata a los manifestantes, confesos adeptos del exmilitar y condenados por los episodios golpistas, como víctimas de un Estado perseguidor.

El portal Brasil 247 asegura que la convocatoria aflora además en un momento de creciente presión judicial sobre el exjefe del Ejecutivo, objeto de múltiples investigaciones, incluyendo la del intento de golpe de Estado, revelado por la Policía Federal (PF) en febrero.

De acuerdo con la PF, Bolsonaro habría dirigido un grupo que planeó mantenerse en el poder, incluso después de la derrota electiva, por medio de medidas como un decreto de Estado de Sitio, basado en falsas denuncias de fraude en las urnas.

Si la acusación es aceptada por la primera sala del STF, el excapitán del Ejército será juzgado por la corte superior. Si es condenado, puede enfrentar más de 40 años de prisión y aumentar la inelegibilidad, que actualmente llega hasta 2030.

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