En su homilía dominical, el dignatario eclesiástico se refirió a la movilización del pasado jueves, que demandó seguridad y fustigó duramente a la presidenta Dina Boluarte y a su administración, a los cuales señaló como responsables de la inseguridad.
El también arzobispo de Lima dijo que el problema de las matanzas, causantes de mil 800 muertes en menos de un año, ha sido gritado en las calles.
“Es el clamor general de nuestro pueblo que dice: justicia, orden, responsabilidad de quien tiene la tarea de organizarnos a todos para impedir esa destrucción que estamos viviendo”, manifestó.
Castillo criticó a quienes atribuyen las muertes criminales a un “castigo de Dios” o un problema de las autoridades y hasta de la persona que salió a la calle, “como se decía alguna vez sobre las mujeres, que las violaban porque se exhibían”.
Lo último pareció aludir a su antecesor, el cardenal Juan Luis Cipriani, quien años antes de su jubilación dio a entender que las violaciones a niñas podrían ser causadas por su vestimenta.
“No podemos llamarle a la injusticia ‘castigo de Dios’. La injusticia es un acto que sucede por mano humana y la tendrá que pagar el responsable y no podemos decir que la gente que está sufriendo, sufre por su propia culpa”, aseveró.
El cardenal comparó esos argumentos con los de atribuir a un “castigo de Dios” las matanzas por extorsión o el desplome “del techo oxidado de cierto centro comercial», registrado hace un mes, que causó seis muertes en la norteña ciudad de Trujillo.
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