La primera de ellas, el Echinosaura embera, es un lagarto espinoso semiacuático que vive en la cuenca del Atrato y el Darién, entre Colombia y Panamá.
Fue descubierto por el biólogo Daniel Vásquez y el curador Juan Manuel Daza, quienes realizaron un exhaustivo estudio de 130 especímenes del género Echinosaura e identificaron a esta nueva especie por su diferencia morfológica en las escamas de la cola.
Su nombre fue dado a modo de homenaje al pueblo indígena Emberá que mora la región.
Por su parte, la Tigridania magdalenae es considerada como la polilla-avispa más grande de la nación neogranadina, encontrada en el Magdalena Medio antioqueño, en el noroeste.
El hallazgo del insecto estuvo a cargo del biólogo Julián Alzate, junto a la investigadora Marta Wolff.
Con una longitud de seis a siete centímetros, la polilla se caracteriza por sus colores vivos lo que podría constituir una defensa ante sus depredadores a juicio de los entendidos.
Los expertos declararon que llegaron a la conclusión de que se trataba de una especie nunca nates documentada tras una detallada investigación para lo cual requirió del estudio de especímenes, verificación en la literatura existente y consulta con especialistas.
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