El momento definitorio del gol de la ventaja en el Estadio Nacional fue causado por un error del portero del Puntarenas Leonel Moreira que abrió la puerta a un remate sin tacha del ariete Joel Campbell en el minuto 66, para sentenciar un cerrado duelo entre dos de los colosos del fútbol local.
La pifia del guardameta, quien en esta gran final reeditó fallos anteriores, fue por abandonar su área y evitar con una patada la entrada del centrocampista Larry Angulo en los límites del área, falta que mereció la declaración del penalti tras acudir el árbitro al VAR.
El espíritu competitivo de los dos conjuntos se impuso durante los primeros 45 minutos, en los cuales los del Puntarenas aprovecharon para sus despliegues en el terreno el apoyo de su fanaticada, siempre presente jugada tras jugada, pero impotente ante la matemática del 1-0.
El error del portero del Puntarenas fue tal vez la única nota negativa del encuentro, pues el juego estuvo balanceado, con breves altibajos desde el principio hasta el pitazo final, y hasta entonces los porteños lucharon por rescatar el triunfo sentenciado por el remate desde los once pies provocado por Moreira. La reedición ahora de la victoria alajuelense de 2024 colocó al combativo equipo como merecedor por décimo primera ocasión del Torneo de Copa y como uno de los conjuntos más ganadores del fútbol de Costa Rica, junto al también persistente Herediano.
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