A través de un comunicado, señaló que “casi dos meses después de asumir la Presidencia pro tempore de la Unión Africana, Angola considera la necesidad de liberarse de la responsabilidad de mediador en este conflicto”, para dedicarse más ampliamente a las prioridades generales definidas por la UA.

En tal sentido mencionó la paz y la seguridad del continente en su conjunto; la infraestructura; el libre comercio continental; la lucha contra las epidemias, enfermedades endémicas y pandemias; el desarrollo económico y social, y la justicia para los africanos y afrodescendientes a través de reparaciones.

“Con la Comisión de la Unión Africana se realizarán en los próximos días las gestiones necesarias para encontrar el país cuyo Jefe de Estado, asistido por la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC), la Comunidad de África Oriental y los facilitadores, debería asumir el papel de mediador”, apuntó.

El comunicado plantea que desde que la UA confió en el presidente angoleño, João Lourenço, la responsabilidad de mediar entre la RDC y Ruanda, el país se ha comprometido “con toda la seriedad, energía y recursos”, con vistas a alcanzar la paz definitiva y normalizar las relaciones entre ellos.

Recordó que al final de sucesivas rondas de conversaciones, en diciembre de 2024 se lograron avances importantes a nivel ministerial, cuando Kinshasa se comprometió a neutralizar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).

Al mismo tiempo, Kigali prometió retirar sus Fuerzas de Defensa del territorio congoleño, hasta las líneas fronterizas entre ambos países.

Estas eran las principales reivindicaciones de las partes, por lo que se crearon condiciones para una cumbre tripartita del 15 de diciembre del 2024, que no llegó a celebrarse en Luanda por la ausencia de Ruanda.

El comunicado señala que Angola siempre creyó en la necesidad de negociaciones directas entre el Gobierno de la RDC y los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), por lo que trabajó en ello y obtuvo el consentimiento de ambas partes para un encuentro en Luanda el 18 de marzo último.

Esta acción tampoco se produjo “debido a una serie de factores, incluidos algunos externos y no relacionados con el proceso africano que estaba teniendo lugar”, remarcó la nota.

“Acogemos con satisfacción todas las acciones de las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y países de buena voluntad que puedan contribuir a resolver los diversos conflictos que persisten en nuestro continente con vistas a silenciar las armas y alcanzar la paz definitiva”, agregó.

No obstante, acotó que estos esfuerzos siempre deben estar debidamente coordinados con los mediadores designados, el Consejo de Paz y Seguridad y el presidente de la Comisión de la Unión Africana.

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