De acuerdo con él, el hecho de que los estadounidenses sepan perfectamente que estamos en negociaciones y que aún no hemos finalizado las elecciones municipales, pero aun así aprovechen la oportunidad para venir a Groenlandia, demuestra una vez más una falta de respeto hacia el pueblo groenlandés.
Una delegación estadounidense, que incluirá a la esposa del vicepresidente estadounidense, Usha Vance, visitará Groenlandia del 27 al 29 de marzo.
El expresidente groenlandés Mute Egede calificó la visita de clara provocación, al señalar la presencia en la delegación, además de la esposa del vicepresidente, del asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz.
Llegamos a un punto en la que la visita de la esposa de un político no puede considerarse en absoluto una visita inofensiva. ¿Cuál es el propósito de un asesor de seguridad? El único objetivo es demostrarnos su poder, comentó.
En una declaración escrita al periódico groenlandés, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, sostuvo que se tomaba muy en serio la próxima visita y subrayó el deseo de Dinamarca de cooperar con Estados Unidos.
Pero esta debe ser una cooperación basada en los valores fundamentales de la soberanía y el respeto entre países y pueblos, escribió el jefe del gabinete.
También reiteró que el diálogo con Estados Unidos sobre Groenlandia se llevará a cabo en estrecha cooperación entre el gobierno danés y el nuevo gobierno groenlandés.
Mientras, se han enviado fuerzas policiales desde Dinamarca a Groenlandia para garantizar la seguridad durante la visita estadounidense, según la Dirección Nacional de la Policía.
Sin embargo, no especificaron las tareas de los agentes en la isla.
El mandatario norteamericano, Donald Trump, expresó el 4 de marzo que aprobaría la decisión del pueblo de Groenlandia de unir el territorio autónomo danés a Estados Unidos.
Trump declaró en varias ocasiones que Groenlandia debería unirse a Estados Unidos y amenazó con imponer altos aranceles comerciales a Dinamarca a menos que cediera la isla.
Incluso durante su primer mandato presidencial, Trump propuso comprar Groenlandia.
Las autoridades danesas y groenlandesas rechazaron esta idea.
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