De acuerdo con la Administración General de Aduanas, las normativas del gigante asiático incluyen licencias obligatorias, inspecciones aduaneras rigurosas y medidas de prevención contra el contrabando.
El comunicado señaló que los derivados del fentanilo con propiedades medicinales, como el alfentanilo, sufentanilo y remifentanilo, están sujetos a las mismas regulaciones que los anestésicos.
La importación o exportación de estos productos requiere permisos emitidos por el departamento nacional de supervisión de medicamentos, agregó.
Según la información oficial, para el transporte personal de anestésicos y psicotrópicos debido a necesidades médicas se permite una cantidad limitada siempre que se presente un diagnóstico oficial y documentación de identidad.
En 2019 China incluyó todas las sustancias similares al fentanilo en la lista de productos químicos controlados.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, está prohibida su producción, compra-venta, transporte, uso, almacenamiento o exportación, excepto en casos específicos de investigación científica o pruebas industriales, bajo regulaciones especiales.
Para prevenir el contrabando, las aduanas chinas aplican análisis de riesgos para identificar posibles intentos de tráfico, mediante el uso de equipos como rayos X, así como controles físicos.
De acuerdo con las autoridades locales, estas acciones forman parte de un esfuerzo sostenido para fortalecer las defensas en puertos y fronteras.
El presidente Donald Trump acusa al gigante asiático de no controlar lo suficiente la producción de fentanilo que luego llega a la nación norteamericana.
Bajo esta excusa impuso aranceles del 10 por ciento a todos los productos chinos importados y luego aplicó otro 10 por ciento más desde el 4 de marzo pasado.
La Administración Nacional de Productos Médicos de China aseguró recientemente que este país nunca ha exportado productos farmacéuticos relacionados con el fentanilo a América del Norte.
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