miércoles 26 de marzo de 2025
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El Salvador conmemora 45 años del asesinato de un santo

San Salvador, 24 mar (Prensa Latina) El Salvador conmemora hoy el 45 aniversario del asesinato de San Óscar Arnulfo Romero, suceso que se mantiene hasta ahora en la impunidad.

Monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 con la presunta participación de efectivos militares por su predica a favor de los pobres, víctimas de la política criminal de los gobiernos militares.

El sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador, era célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos y hasta ahora nadie fue condenado por su magnicidio

El presunto asesino, el capitán Álvaro Saravia, encontró un lugar seguro donde vivir en Modesto, California, Estados Unidos, hasta que fue descubierto y hasta ahora no se sabe dónde se esconde , según activista que lamentan la impunidad del caso.

Saravia está en la lista de criminales más buscados por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y presuntamente de El Salvador, donde la población local adora al hoy santo.

“En nombre de aquellos que sufren, cuyos llantos se eleven al cielo cada día más tumultuosos, os suplico, os ruego, os ordeno, en el nombre de Dios, parar esta represión”, fueron las palabras dirigidas a los militares que resultaron en su condena a muerte.

El 23 de Marzo, 1980 Oscar Arnulfo Romero y Galdamez, Arzobispo de San Salvador y figura líder en la lucha por los derechos humanos en El Salvador dio este sermón a través de la radio nacional. Al día siguiente, el Arzobispo era asesinado mientras celebraba misa en la Capilla del Hospital de la Divina Providencia.

A través de sus homilías semanales en la radio que se escuchaban en todo el país, cautivaba las audiencias salvadoreñas y llamaba al fin de la represión militar, recuerdan cronistas de la época.

Para la mayoría de los salvadoreños el crimen fue concebido y coordinado por oficiales del ejército salvadoreño y líderes de grupos paramilitares de extrema derecha, hombres de influencia que fueron capaces de impedir todo intento de hacerles responsables de sus crímenes.

En Mayo 1980, según informes de la época, una redada efectuada en una reunión de un escuadrón de la muerte produjo documentos implicando al Mayor Roberto D’Aubuisson y su jefe de seguridad, Saravia en el asesinato.

Desde entonces la verdad se oculta y el autor del disparo fatal se mantiene en la sombra de la impunidad y la complicidad de los que se niegan a operar el caso, uno más de muchos que aún esperan justicia en el país.

Este día, en ocasión del aniversario 45 , la arquidiócesis capitalina organizó una serie de eventos en la Catedral Metropolitana, entre estos, romerías y ponencias que tocarán temas sociales como lo hacía el mártir, entre estos, el plan gubernamental de reactivar la minería metálica.

ro/lb

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