En un comunicado conjunto, la Comisión de Asuntos de Prisioneros y el Club de Prisioneros palestinos explicaron que recibieron la información pasada la madrugada, aunque, aclararon que hasta el momento se desconoce la causa del deceso de Walid Khaled Abdullah Ahmed.

Señalaron que “esta etapa es la más sangrienta en la historia del movimiento de prisioneros (palestinos) desde 1967”.

Al respecto, acusaron a Israel de asesinar y desaparecer los cuerpos de decenas de compatriotas.

La muerte de Ahmed constituye “un nuevo crimen en el historial de brutalidad israelí, que ha alcanzado su punto máximo desde el inicio de la guerra de exterminio” en octubre de 2023, afirmaron.

Al respecto, denunciaron las torturas y vejaciones a las que están sometidos los palestinos en esos centros, así como la falta de alimentos, de atención médica y las agresiones sexuales sistemáticas.

Ante esa situación, llamaron a la comunidad internacional a adoptar medidas efectivas “para exigir cuentas a los dirigentes de la ocupación por los crímenes de guerra que siguen cometiendo contra nuestro pueblo”.

La Cancillería palestina instó el pasado mes a la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre los Territorios Ocupados a analizar el alto índice de muertes en las cárceles israelíes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados pidió a esa institución investigar los numerosos decesos de prisioneros palestinos.

Observamos con gran preocupación el creciente número de víctimas mortales entre los detenidos en las cárceles israelíes, subrayó.

También denunció “las atroces prácticas y los métodos letales de tortura contra los reclusos” y señaló que muchos de ellos están en paradero desconocido.

La Fundación Addameer para los Derechos Humanos también exigió la formación de un comité de la ONU para investigar el tema.

El deceso de nuestros compatriotas debido a la tortura y a las negligencias médicas forma parte de una política oficial del gobierno de Benjamin Netanyahu, denunció la agrupación.

ro/rob