La normativa, vigente desde el jueves pasado, obliga a los asegurados a pagar hasta el 50 por ciento de los gastos médicos, a diferencia del plan integral anterior.
Tras la pandemia de Covid-19, el alza en costos médicos y reclamos por enfermedades comunes impulsaron a reguladores y aseguradoras a contener los gastos.
Si los usuarios realizan tres reclamos por afecciones comunes como dolor de cabeza, gripe, diarrea o acidez estomacal, que asciendan al 200 por ciento de la prima anual del seguro, estarán sujetos al copago al año siguiente.
En respuesta, el TCC denunció el domingo que la norma no aborda el problema subyacente de los precios médicos inflados y traslada la carga financiera a los consumidores, especialmente a los grupos vulnerables como los ancianos.
Monrudee Phoin, subdirectora de política e innovación del TCC, advirtió que sin una revisión exhaustiva, está decisión podría tener consecuencias, especialmente en niños y personas mayores que necesitan protección de salud adicional.
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