El informe publicado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que dos mil 246 de los muertos son de la minoría alauita mientras 42 víctimas son de otras comunidades religiosas y fueron masacradas por su simpatía y sus intentos de ocultar y proteger a civiles alauitas.
El documento explicó que estos crímenes fueron cometidos los días 6, 7 y 8 de este mes, donde se documentaron 25 masacres y se contabilizaron 811 vídeos en los que los autores se filmaron a sí mismos cometiendo sus atrocidades, calificadas de limpieza étnica.
Indicó que la región costera y la cordillera occidental, donde habitan los alauitas, están al borde de una catástrofe humanitaria sin precedentes debido a la pobreza que ha superado el 97 por ciento de la población.
Las detenciones ilegales y desapariciones forzadas que superaron los 10 mil, además del despido de miles de empleados estatales en diversos sectores, agravaron la situación humanitaria, precisó el informe.
Se refirió a la operación de las propiedades privadas, la difusión del discurso de odio e incitación sectaria y una escalada del miedo y el terror en toda la afectada región costera siria.
La violencia estalló el pasado día 6 después de que exmilitares atacaron a una patrulla de las fuerzas de seguridad en la localidad de Jableh, en Latakia, lo que llevó a miles de integrantes de facciones islamistas, algunos yihadistas de nacionalidades extranjeras, a entrar a las localidades alauitas, donde cometieron asesinatos masivos a sangre fría.
La Presidencia siria creó una comisión nacional independiente para investigar las violaciones cometidas y esclarecer las causas y las circunstancias, además de identificar a los responsables para procesarlos.
Asimismo, fue emitida otra resolución presidencial que estipula la formación de un Comité Superior de la Paz Civil.
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