Las amenazas fueron lanzadas por el comandante en jefe adjunto del Ejército de Sudán, Yasir al Atta, quien dijo la víspera que su Ejército podría bombardear los aeropuertos internacionales de esta capital N´Djamena y Amdjarass, al noreste, y fronterizo con Sudán.

Al Atta, quien también es miembro del Consejo Soberano de Transición de Sudán, acusó al gobierno de Chad de ayudar a las tropas de las RSF, como puerta de entrada de armas procedentes de los Emiratros Árabes Unidos, EAU.

Por su parte, la cancillería de Chad rechazó y condenó las declaraciones del alto militar sudanés que, de concretarse -dijo- podrían interpretarse como una declaración de guerra.

Para los analistas cualquier escalada militar fuera de las fronteras sudanesas, podría crear una situación de mucha tensión en toda la región del nordeste africano.

Chad acoge ahora a unos de 600 mil sudaneses, más que cualquier otro país de la región, mientras la intensificación de la violencia en Sudán eleva los índices de civiles obligados a abandonar sus hogares.

Desde que estallaran las hostilidades entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido millones de personas huyeron de Sudán hacia naciones como Chad, la República Centroafricana, Egipto, Etiopía, Libia, Sudán del Sur y Uganda.

ro/fvt