Alrededor de 100 agentes antimotines trataron de impedir el acceso a decenas de activistas que enarbolaban banderas venezolanas y coreaban la consigna: “¡Respeto a los migrantes, no son delincuentes!”, en presencia de Prensa Latina.
Esa situación provocó una confrontación, que fue saldada en la acera opuesta a la sede diplomática en la paceña avenida Arce, después que la exministra de Salud (2006-2008, 2010-2012) Nila Heredia se dirigió a los miembros del cuerpo armado.
Logró hacer escuchar su voz en medio de gritos de reproche de los manifestantes, e insistió en que se trataba de una marcha pacífica solidaria con los venezolanos y con todos los latinoamericanos, cuyos derechos humanos son violados por la administración de Donald Trump en complicidad con la de su par salvadoreño, Nayib Bukele.
Añadió que se trata de un negocio capitalista fundamentado en la tortura y la violación de los derechos humanos, que generará ingresos al Gobierno salvadoreño de seis millones de dólares anuales, y subrayó que sobre la base de todo eso está el Ejecutivo al que representa la embajada frente a la cual se realizó la protesta.
Estabilizada la situación, la joven Valentina Enríquez ofreció declaraciones a esta agencia de noticias.
Aseguró que se trataba de una marcha apartidaria, pacífica, en la cual los participantes se pronunciaron en contra de lo que ejecuta el Gobierno de Estados Unidos por mandato de Trump en contra de los migrantes venezolanos.
“Lo que no dicen los medios al servicio de la oligarquía estadounidense es que existe un bloqueo con más de mil represalias a las que Washington denomina “sanciones” contra el pueblo de Venezuela y por eso muchas personas optan por migrar”, sostuvo.
Estudiante de Ciencias Políticas, la joven recordó que los procesos migratorios están respaldados por la Carta de Derechos Humanos, sin embargo, la Casa Blanca trata a esas personas como delincuentes, en complicidad con Bukele en el contexto de la expansión del fascismo internacional.
“Los jóvenes bolivianos expresamos nuestro permanente repudio, pues las fuerzas policiales desplegadas aquí y en cualquier parte del mundo obedecen a los intereses del poder imperial, que es el verdadero enemigo real de los pueblos”.
Comentó que en la marcha participaron niños, mujeres, jóvenes y personas de todas las edades porque es el momento de ser solidarios con hermanos del continente que están sometidos a la violencia, son tratados como delincuentes e incluso algunos están desaparecidos.
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