Hemos entrado en todas las zonas queremos continuar nuestro trabajo, escuchar a los testigos y examinar la situación sobre el terreno, dijo el portavoz de la referida entidad, Yasser Al-Farhan, en una rueda de prensa celebrada en esta capital.

Indicó que resulta difícil completar la misión en los 30 días fijados por lo que se podría solicitar una prórroga.

Inspeccionamos nueve sitios y escuchamos testimonios de civiles, militares y autoridades de seguridad, en la provincia de Latakia, donde se registró el mayor número de víctimas, y luego, nos trasladaremos a Tartous, Hama y Homs, indicó.

Aclaró que fueron documentados 95 testimonios y se recibió más de 30 informes sobre los hechos, y la comisión tiene previsto viajar a Tartous, Banias, Hama e Idlib para cumplir su misión.

Al-Farhan valoró la colaboración de los testigos y las familias de las víctimas, sin embargo, reveló que algunos de éstos tienen miedo de comunicarse con el Comité.

Las circunstancias no son las ideales y necesitamos la cooperación de todos para esclarecer los hechos y aún es prematuro revelar los resultados de las investigaciones, precisó.

Por otro lado, aseguró que las reuniones con los organismos de Naciones Unidas fueron muy positivas, y llamó a la creación de un tribunal especial para procesar a los implicados en los crímenes.

Un informe publicado la víspera verificó los nombres de dos mil 288 víctimas mortales, la mayoría son jóvenes, pero también hay ancianos, niños y mujeres, quienes fueron asesinados a sangre fría en la región costera de Siria.

El informe publicado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que dos mil 246 de los muertos son de la minoría alauita mientras 42 víctimas son de otras comunidades religiosas y fueron masacradas por su simpatía y sus intentos de ocultar y proteger a civiles alauitas.

El documento explicó que estos crímenes fueron cometidos los días 6, 7 y 8 de este mes, donde se documentaron 25 masacres y se contabilizaron 811 vídeos en los que los autores se filmaron a sí mismos cometiendo sus atrocidades, calificadas de limpieza étnica.

Indicó que la región costera y la cordillera occidental, donde habitan los alauitas, están al borde de una catástrofe humanitaria sin precedentes debido a la pobreza que ha superado el 97 por ciento de la población.

La violencia estalló el pasado día 6 después de que exmilitares atacaron a una patrulla de las fuerzas de seguridad en la localidad de Jableh, en Latakia, lo que llevó a miles de integrantes de facciones islamistas, algunos yihadistas de nacionalidades extranjeras, a entrar a las localidades alauitas, donde cometieron asesinatos masivos a sangre fría.

La Presidencia siria creó una comisión nacional independiente para investigar las violaciones cometidas y esclarecer las causas y las circunstancias, además de identificar a los responsables para procesarlos.

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