En la segunda jornada del proceso en su contra en el Tribunal Correccional de París, el famoso y laureado histrión expuso su versión del incidente con una de las denunciantes, la decoradora Amélie, quien lo acusa de neutralizarla y tocarle partes íntimas de su cuerpo, en particular las nalgas, la ingle y los senos.
Sin bien Depardieu reconoció por primera vez tener contacto físico con Amélie, esgrimió que lo que hizo fue tomarla por las caderas para reprimirla por no hacer su trabajo, en especial por no preparar la habitación para una escena de la filmación de la película dirigida por Jean Becker.
El actor manifestó en su comparecencia que no tuvo intenciones sexuales con la decoradora o de causarle daño.
Asimismo, dijo sentir vergüenza por la imagen creada sobre su personalidad en los últimos años, al alegar que desde hace tres años no puede trabajar.
“Es horrible lo que me han hecho. Me tratan como a un cerdo gordo, negándome cualquier contrato (…)», abundó.
Amélie y su defensa replicaron los comentarios del intérprete de personajes como Cyrano de Bergerac, Vatel, Danton y Auguste Rodin, quien de ser hallado culpable en el juicio podría enfrentar hasta cinco años de cárcel y una multa de 75 mil euros.
La acusadora cuestionó al actor y señaló “descubrir una versión reciente de lo ocurrido, que me causa gracia y me anima a hablar”.
Al respecto, ratificó su denuncia de que Depardieu la atenazó con sus piernas y tocó sus partes íntimas.
También la asistenta de dirección identificada como Sarah (no es su nombre) comparece en el juicio como presunta víctima de una agresión sexual de Depardieu durante el rodaje de Volets verts.
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