En la conferencia “Martí visto por los nicaragüenses”, impartida en el salón de Los Cristales del Teatro Nacional Rubén Darío de esta capital, Arellano comentó al auditorio que la palabra elocuente del apóstol cubano llegaba al alma y conquistaba de inmediato.
“Su oratoria era conceptuosa, facilísima, fina, elegante, colorida, y su voz sonora, el gesto apropiado”, describió el también secretario de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
Al referirse a la obra periodística de José Martí, Arellano señaló que puede considerarse insuperable, en cuanto a calidad y cantidad, al tiempo que mencionó algunos diarios con los cuales colaboró durante su estancia en Nueva York, Estados Unidos.
En ese sentido, calificó de completa y perfecta la escritura en inglés del poeta cubano.
El intelectual resaltó la amistad entre José Martí y Rubén Darío, a quien consideró como el primer martiano nicaragüense, pues a decir de Arellano, nadie más asimiló aquí personalmente la prosa martiana, lírica y pletórica, como lo hizo el autor de “Azul”.
Por su parte, el director del Teatro Nacional, Ramón Rodríguez, subrayó la importancia de la figura de Martí no solo en la lucha por la independencia de Cuba, sino también como escritor y poeta relevante de América Latina y el Caribe.
El segmento cultural estuvo a cargo de la Camerata Bach que junto a la cantante Erika Seijas interpretaron versos musicalizados de Martí, como “La Bailarina Española” y “La Niña de Guatemala”, entre otras canciones de autores cubanos.
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