En un informe, la Unicef confirmó que más del 75 por ciento de los menores nacieron durante la guerra, lo que significa que la mayoría de ellos no han conocido más que la violencia, el desplazamiento y la destrucción a lo largo de sus vidas.
A su vez, la directora ejecutiva de esta organización, Catherine Russell, dijo que los largos años de guerra devastaron la infancia de millones de personas y que muchos sufrieron penurias a lo largo de sus vidas.
Debemos actuar de inmediato para garantizar el derecho de todos los niños sirios a la seguridad, educación y dignidad, añadió.
La Unicef reveló que nueve de cada 10 personas en Siria viven por debajo del umbral de pobreza, lo que obliga a muchas familias a recurrir a medidas desesperadas como el trabajo infantil y el matrimonio precoz.
En cuanto a los riesgos cotidianos, cinco millones de niños siguen expuestos a municiones remanentes del conflicto.
Asimismo, el proceso educativo está gravemente paralizado, con más del 40 por ciento de las escuelas no aptas para su funcionamiento, lo que deja a más de 2.4 millones de niños sin escolarización y a otro millón en riesgo de abandonar los estudios.
Las estimaciones indican que más de 500 mil niños menores de cinco años sufren desnutrición grave, mientras que dos millones corren el riesgo de sufrir privación nutricional, lo que amenaza su vida y su desarrollo.
La declaración señaló que la Unicef, durante la conferencia de donantes celebrada la semana pasada en Bruselas, pidió un enfoque que coloque a los niños en el centro del proceso de recuperación y reconstrucción, al brindarles educación, servicios de salud e infraestructura básica.
La Organización pidió ampliar el apoyo humanitario y brindar servicios inmediatos, además de invertir en el futuro de los niños a través de la educación, salud y protección contra los riesgos.
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