Así lo adelantó hoy el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al hablar ante el Congreso de Diputados, en un discurso consagrado principalmente al espinoso tema de defensa, y también de los gravámenes que pretende imponer Trump.
«Estamos diseñando un Plan Nacional de Contingencia para ayudar a los sectores de nuestra economía que puedan verse afectados por esta guerra comercial», destacó Sánchez.
Admitió, no obstante, que no es deseable una guerra comercial, pero Bruselas (Comisión Europea), “que tiene las competencias comerciales, dará la respuesta necesaria”.
«Es evidente que no queremos una guerra comercial, pero si tenemos que dar esa guerra comercial, estamos preparados para librarla», precisó en referencia a la postura eventual del bloque comunitario de la UE.
En este sentido, detalló que los aranceles propuestos por Trump contra países como México, Canadá o China, junto con el aluminio y el acero a nivel mundial «están provocando daños multimillonarios a la economía estadounidense”.
El jefe del Ejecutivo opinó que los aranceles provocan el hundimiento en la bolsa de la mayoría de las empresas estadounidenses, sin que por ello el inquilino de la Casa Blanca de signos de cambiar de criterio.
«Estas medidas son absolutamente injustas e injustificadas y España y Europa no han hecho nada para provocar o merecer estos ataques», apuntó Sánchez al comentar la idea de Trump de aplicar aranceles del 26 por ciento a productos procedentes de la UE.
Al tiempo que pidió a Washington recapacitar y entablar diálogo con la Comisión Europea, señaló que si esto no ocurre, se responderá con proporcionalidad, con rapidez y unidad.
Ayer, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, afirmó que las guerras comerciales no benefician a nadie, “aunque estamos dispuestos a defender a nuestros sectores productivos si los aranceles anunciados por EEUU afectan a nacionales o europeos”.
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