La primera sala del Supremo Tribunal Federal (STF) decidirá este miércoles si Bolsonaro y los demás implicados en la trama violenta se convertirán en acusados.
Tal análisis se reanudará a las 09:30, hora local, cuando los cinco ministros que integran esa corte pasarán a la parte que trata de las cuestiones de fondo, es decir, evaluar si los denunciados serán procesados.
En este caso por los delitos de organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, daño calificado por la violencia y grave amenaza y deterioro de patrimonio declarado. Las penas sumadas superan los 30 años de prisión.
Citado por el sito del PT, Humberto Costa, presidente de la organización política, el secretario nacional de Comunicación del PT, Jilmar Tatto, y el jurista Pedro Serrano fueron unánimes en calificar el proceso de hito histórico para la defensa del Estado de Derecho en Brasil.
Para ellos, la solidez de las pruebas, la gravedad de los crímenes y el carácter democrático de la respuesta institucional son elementos que hacen del juicio un divisor de aguas en la lucha contra el autoritarismo y a favor de la justicia.
Según Costa, la querella de la Fiscalía General fue construida sobre la base de una investigación sólida y técnica de la Policía Federal, y existen todas las condiciones para que el STF acepte la apertura de la acción penal contra Bolsonaro y sus aliados.
«La expectativa de todos nosotros es que el Supremo acepte esta denuncia muy bien fundamentada. A partir de ahí, el juicio se iniciará dentro del debido proceso legal, con amplia defensa, lo que no sucedió con el presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva), por ejemplo», alegó.
Recordó que el juicio es necesario, no solo para responsabilizar a los autores del crimen, sino también para evitar nuevas incursiones autoritarias en el futuro.
«Estoy seguro y convencido de que al final se hará justicia, hasta para que nadie quiera en el futuro rehacer un intento de golpe que sería extremadamente sanguinaria en nuestro país», subrayó.
Tatto aludió, por su parte, al impacto simbólico y político del juicio, pues se trata de un hito histórico para la democracia brasileña.
«Es la primera vez que un expresidente puede ser condenado por intento de golpe. Esto sirve como lección para las generaciones futuras», refirió.
Llamó a los militantes a estar alerta y que todos los brasileños sigan todo el proceso, y «mostrar todo, incluso el camino del vehículo que llevará a Bolsonaro a la cárcel. No puede haber ventajas. Golpista tiene que ser tratado como un prisionero de alta peligrosidad», remarcó.
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