El Cuerpo de Bomberos divulgó que sus efectivos, armados con helicópteros apagafuegos, continúan teniendo dificultades este jueves para contener las llamas. Desde el viernes de la semana pasada, una oleada de incendios forestales azota la región del sudeste del país, calcinando unas 36 mil hectáreas de zonas boscosas, según datos gubernamentales.
La cifra supone casi 13 mil hectáreas más que las dañadas por los incendios forestales de la costa este en el año 2000, que, hasta el momento, habían sido los peores de la historia nacional.
Cerca de 37 mil personas han sido evacuadas, la gran mayoría habitantes de las zonas de Uiseong y Andong, a unos 190 kilómetros al sudeste de Seúl.
El presidente en funciones, Han Duck-soo, ordenó este jueves al ministro del Interior y Seguridad interino, Ko Ki-dong, permanecer en la provincia de Gyeongsang del Norte y supervisar personalmente los esfuerzos de ayuda para las víctimas de los incendios, hasta que el fuego se ponga bajo control.
En la provincia de Gyeongsang del Norte, las autoridades han reanudado los esfuerzos para tratar de contener el fuego.
Los funcionarios forestales empezaron a desplegar helicópteros, camiones de bomberos y efectivos para luchar contra el incendio que comenzó el sábado en la comarca de Uiseong, a unos 180 kilómetros al sudeste de Seúl, y que se ha extendido rápidamente debido a los fuertes vientos.
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