Bénédict Kabirou, es el segundo militar de ese país africano que pierde la vida en la contienda urbana que se libra para exterminar a las bandas armadas.
El CPT –puntualizó el diario Le Nouvelliste- elogió la valentía y el compromiso del oficial caído y prometió que este crimen no quedará impune.
Kabirou murió en lo que fue considerada una jornada oscura para la Policía Nacional de Haití (PNH) y las tropas extranjeras, tras perder otros tres blindados.
Dichos equipos fueron incendiados por las pandillas que mantienen hoy en jaque a las autoridades del orden y a las tropas extranjeras.
Los miembros de la banda armada Gran Grif que operan en la localidad de Petite Rivière de l’Artibonite prepararon una trampa artesanal, abriendo una zanja y tapándola, al pasar un vehículo de la PNH no pudo continuar su avance.
De inmediato, fue enviado un equipo de rescate compuesto por dos blindados más, un segundo motorizado también se atascó, y el tercero sufrió una falla mecánica, comentó el rotativo.
Tal infortunio estuvo acompañado de una emboscada, y para rematar los pandilleros quemaron las tres patrullas.
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