La inauguración de la VI edición del Encuentro Internacional Danzonero Miguel Failde In Memoriam devino espacio ideal para reconocer a la pareja de maestros que con su ritmo ha cautivado a toda una Isla por décadas.
Con la entrega de la distinción La Tórtola, máximo lauro de la cultura matancera, Teresita y Hugo se llevaron los aplausos de un público con sangre danzonera que los premió también con su reconocimiento.
La emoción es tan grande que no cabe en palabras, tras 30 años de éxitos y bailar en espacios de toda Cuba, el enseñar a niños y jóvenes el danzón me llena de felicidad, expresó Varela con ojos aún llorosos de la alegría.
Según la maestra, ver el desarrollo de cada pupilo y sus resultados resulta una sensación extraordinaria pues educar es una tarea tan arraigada como lo es cuidar a una familia.
Teresita, nombre con el cual su ritmo y enseñanzas han trascendido a lo largo de tres décadas, confesó que el danzón es como un hijo que crece y respira con cada estudiante que ha forjado.
Para Hugo, educar en la actualidad a 20 parejas de niños en su natal municipio de Limonar en el círculo Hermanos Failde, evidencia que las nuevas generaciones sienten por el razón en pos de que el género nunca muera en el país.
Nací para bailar danzón y educar sobre él y gracias a su existencia también encontré el amor de Teresita, pues como relación llevamos 31 años, uno más que como pareja danzonera.
Hablar del danzón en Cuba implica de manera obligada hablar de Teresita y Hugo, quienes con su ritmo marcan generaciones de bailadores que buscan seguir respirando el baile creado por Miguel Failde.
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