La decisión fue comunicada por el mandatario después de acoger en esta capital a una treintena de dirigentes en una cumbre de países que apoyan a Ucrania, a la que acudieron entre otros los primeros ministros del Reino Unido, Keir Starmer, e Italia, Giorgia Meloni, el aún canciller alemán, Olaf Scholz, al secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Según el jefe de Estado, esas fuerzas integradas por soldados de algunos países participantes en el foro estarían bajo el liderazgo de Francia y Reino Unido, con la misión de servir como elemento disuasivo, ante el supuesto riesgo de una “potencial agresión rusa”.
No tendrían la vocación de ser tropas de mantenimiento de paz ni de estar presentes en la línea de contacto o de reemplazar al ejército ucraniano, dijo en alusión a un eventual despliegue que hasta ahora Moscú no ha visto con buenos ojos, al rechazar la posibilidad de que más tropas de la OTAN estén cerca de sus fronteras.
Macron también declaró que de alcanzarse la paz, la misión solo se ubicaría en sitios estratégicos de Ucrania.
De igual manera, el mandatario galo mostró su esperanza de que Estados Unidos apoye la iniciativa, aunque no descartó prepararse para un escenario en el que ocurra lo contrario.
En otro momento de su intervención, expresó además el deseo de que China juegue un papel activo en el fin del conflicto, a partir de sus estrechos vínculos con Moscú y de su plan de paz promovido junto a Brasil hace algunos meses.
Por lo pronto, Macron adelantó el envío a Ucrania de un equipo franco-británico de especialistas con el propósito para trabajar en el reforzamiento del ejército local y en diseñar sus características para el futuro.
mem/wmr