Un comunicado de la UA subrayó la importancia de que todas las partes interesadas reduzcan la tensión y respeten el espíritu y la letra del Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en Sudán del Sur, que sigue siendo la piedra angular para la paz sostenible, la estabilidad y la reconciliación nacional.
Según el texto, Youssouf instó a los involucrados a ejercer la máxima moderación, abstenerse de cualquier acción que pueda exacerbar las tensiones y entablen un diálogo constructivo para resolver las cuestiones pendientes por medios pacíficos y legales.
Subrayó que el bienestar del pueblo sursudanés debe seguir siendo la máxima prioridad, y todos los esfuerzos deben dirigirse a garantizar un entorno propicio para una paz y un desarrollo duraderos.
“La Unión Africana se solidariza con el pueblo de Sudán del Sur y reitera su firme apoyo a la plena y oportuna implementación del acuerdo de paz”, recalcó el comunicado.
En este sentido, la organización continental expresó su disposición a colaborar estrechamente con el Gobierno de Juba y sus socios regionales e internacionales, incluida la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, para promover la estabilidad y la gobernanza inclusiva en el país.
Youssouf anunció que enviará el Grupo de Sabios de la UA como parte de los esfuerzos para distender la situación.
Por otra parte, el vocero del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición, Pal Mai Deng, informó que Marchar está en confinamiento desde ayer por parte del gobierno y su vida está en peligro. Consideró que ese arresto enfrenta al país a una posible la guerra civil.
Mai Deng llamó a las fuerzas militares de su organización a conservar sus zonas y luchar por ellas y añadió que la detención del líder opositor destruye completamente cualquier esperanza de paz y hunde a Sudán del Sur en una nueva fase de inestabilidad.
Recientes cambios de figuras de la oposición en la gobernanza del Alto Nilo, estipuladas en los acuerdos de Paz de 2018 y decididas por el presidente sursudanés, Salva Kiir, crearon un estallido de violencia en la ciudad de Nasir, a partir del cual se desató una ola de arrestos.
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