Según el parte del ente castrense publicado este viernes en su página oficial de Telegram, 32 de los vehículos aéreos no tripulados fueron derribados sobre la provincia de Vorónezh; 19, en la de Sarátov; 17, en la de Kursk; seis, en la de Bélgorod; dos, en la de Lípetsk; uno, en la de Rostov; y otro más, en la de Tambov.
Por su parte, la agencia rusa del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de restricciones provisionales de vuelos en el aeropuerto de Sarátov, capital de la provincia homónima que se encuentran en la zona del Volga.
El gobernador de la citada región, Román Busarguín, publicó en su cuenta de la red social Telegram que «según datos preliminares, no hubo víctimas ni daños a instalaciones civiles».
La ciudad satélite de Sarátov, Engels, situada en la margen oriental del embalse de Volgogrado, en el curso bajo del Volga, acoge una base de bombarderos estratégicos Tu-160 y Tu95MS y en más de una ocasión fue objeto de fallidos ataques ucranianos con drones en los últimos tres años.
Uno de estos ataques, la semana pasada, provocó un incendio en el aeródromo de Engels.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, y la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
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