La institución denunció en un comunicado que “la expansión de la actividad militar en Gaza está obstaculizando gravemente las operaciones de asistencia alimentaria y poniendo en riesgo las vidas de los trabajadores humanitarios”.
Como parte de su estrategia para presionar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), el primer ministro Benjamin Netanyahu impuso el 2 de marzo último un bloqueo total contra el enclave costero.
La medida impide desde entonces la entrada de todo tipo de productos vitales al territorio, incluidos alimentos, medicinas, combustibles y tiendas de campañas para los cientos de miles de refugiados.
Al respecto, el PMA alertó que “no ha podido, junto con sus socios, llevar nuevos suministros de alimentos a Gaza durante más de tres semanas”.
Se necesitan 30 mil toneladas de alimentos al mes para satisfacer las necesidades básicas de aproximadamente 1,1 millones de personas allí, reveló.
En similar sentido se pronunció el comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, Philippe Lazzarini.
El funcionario señaló que el hambre está aumentando en Gaza, así como la amenaza de enfermedades.
Los padres no pueden encontrar comida para sus hijos y los pacientes no tienen medicinas en Gaza, alertó.
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