El mandatario de la nación vecina, quien viajó acompañado de su canciller, Laura Salabria, entre otras autoridades, fue recibido por Mulino en el Palacio de las Garzas (sede del Ejecutivo).
Las partes anunciaron que, tras la reunión bilateral de ambas delegaciones, emitirán una Declaración conjunta desde el Salón Amarillo.
Antes se conoció que en la agenda sobresalen temas como la migración irregular, seguridad, narcotráfico y energía.
Según trascendió, luego de este encuentro, el mandatario colombiano se dirigirá a la occidental provincia de Bocas del Toro, en la frontera con Costa Rica, con el propósito de avanzar en la búsqueda de fosas comunes de combatientes liberales que participaron en la Guerra de los Mil Días.
Allí, Petro espera reunirse con el alcalde de Bocas del Toro, Wilbur Martínez, el gobernador Edgardo Ibarra y representantes de la Iglesia para solicitar autorización para realizar investigaciones que permitan identificar los restos de los combatientes, seguidores del revolucionario mexicano Catarino Garza, quien se unió a la causa liberal colombiana.
En conferencia de prensa la víspera, Mulino precisó que tratarán la posibilidad de que los indocumentados venezolanos que están regresando desde Estados Unidos, sean llevados vía aérea por Panamá hasta la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, dado que un vuelo directo no es posible ahora porque ambos países mantienen sus relaciones diplomáticas suspendidas.
«Yo siento positivismo en esa conversación y también creo que está en el interés de Colombia tener esos acuerdos con Panamá», expresó Mulino.
Panamá y Colombia comparten la selva del Darién, uno de los escenarios de los flujos del sur al norte, pero que prácticamente ha cesado para cambiar de sentido, de norte a sur, dada la nueva política del presidente estadounidense, Donald Trump.
Otros temas puntuales serán la seguridad, el narcotráfico y asuntos energéticos, afirmó Mulino, que aseveró que la agenda es abierta y que «siempre» ha hablado «muy francamente» con Petro de esos y otros asuntos.
Según datos del Servicio Nacional de Migración, desde noviembre y hasta la fecha han llegado a Panamá desde Estados Unidos por el llamado flujo migratorio inverso más de cuatro mil 300 migrantes, en su mayoría venezolanos, colombianos y peruanos, entre otras nacionalidades, de ellos más de 700 menores de edad.
Mulino agregó que de manera simultánea a sus conversaciones con Petro sesionará una comisión que evaluará temas de energía y otros asuntos inherentes a las relaciones bilaterales.
En diciembre pasado, los Gobiernos de Panamá y Colombia subrayaron la voluntad política de respaldar un proyecto de interconexión eléctrica, que data de más de una década y que ahora costará unos 800 millones de dólares.
Este sistema de trasmisión de 500 kilómetros con una capacidad de transportar 400 megavatios, con tecnología de punta y que incluye un cable submarino en el Choco biogeográfico colombiano, y una red terrestre que atravesaría la selva de Darién y la comunidad Guna Yala, será un ejemplo de cuidado del medioambiente y respeto a las comunidades involucradas, según las autoridades.
El 1 de julio del año pasado, Petro asistió a la investidura de Mulino como jefe de Estado.
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