La autoridad del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) aseguró que el cráter en la montaña de la norteña provincia de Alajuela reportó incandescencia durante los más recientes eventos eruptivos acontecidos entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.

El Poás lanza fragmentos durante sus erupciones de hasta 500 metros, “que pueden ser material magmático, bloques o rocas viejas del anterior volcán, expulsados a altas temperaturas”.

De Mor opinó que “cuando hay rocas volando en el aire es siempre peligroso”, pero –aclaró- “en esta oportunidad las mismas cayeron sobre el cráter y por tanto, se trató de erupciones moderadas”.

El vocero del Ovsicori de la Universidad Nacional advirtió, no obstante, que “lo sucedido podría estar anunciando la continuidad de erupciones con rocas incandescentes” y reconoció que “esta es la primera vez que se reporta esta incandescencia en los últimos días”.

“La presencia de ese escalamiento en la actividad volcánica –subrayó- es un proceso largo que pasó durante semanas o meses, pero si esa tendencia continúa, hay potencial para erupciones más grandes”.

Las emanaciones explosivas del volcán Poás, con columnas de gases, cenizas y material geológico, que ascendieron hasta 300 metros, mantuvieron este viernes expectantes a la población y a los gobiernos de comunidades aledañas de la norteña provincia Alajuela.

La Comisión Nacional de Emergencias decretó alerta verde en siete cantones cercanos y amarilla en el Parque Nacional cuyo centro de atracción turística es el propio volcán, y llamó a las comunidades a monitorear la situación, señaló el periódico Delfino.cr.

Los llamados de urgencia abarcan a los cantones de Alajuela, Poás, Grecia, Sarchí, Naranjo, Río Cuarto y Zarcero, cuya población permanece atenta a los espacios televisivos que muestran la fuerza de las nuevas erupciones.

«El volcán Poás se mantiene con actividad eruptiva y explosiones muy frecuentes, que producen columnas eruptivas de hasta 300 metros de altura. La pluma de gas y ceniza se dispersa hacia el suroeste», declaró de Moor sobre esa situación.

Las erupciones condujeron al Ministerio de Salud a emitir una alerta sanitaria, ante la constante presencia de ceniza y compuestos volcánicos en el ambiente, sobre considerables extensiones alrededor de la montaña.

Entre los síntomas más comunes en personas expuestas a esas emanaciones se reportan irritación en ojos, garganta y piel, congestión nasal, tos, dificultad para respirar, molestias gástricas y, en casos más severos, afectaciones respiratorias, que obligan a los pobladores a acudir a los médicos, precisaron los médicos.

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