De acuerdo con un comunicado del grupo CK Hutchinson, con base en Hong Kong, el acuerdo que debió firmarse el próximo 2 de abril con el consorcio BlackRock-TiL, conformado por las empresas BlackRock Inc., Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Ltd., será revisado.
Adicional a esto, BlackRock-TiL se quedaría con 43 puertos, en 199 atracaderos, ubicados en 23 países, junto con otros recursos de gestión de operaciones, sistemas operativos de terminales y activos relacionados.
Medios locales de comunicación como los diarios La Estrella de Panamá y La Prensa reflejan la primera reacción de Washington y citan declaraciones de la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, cuando afirmara que no era de extrañar la molestia de Beijing con esta adquisición, que “reducirá su control sobre la vía interoceánica”, principal argumento del magnate republicano para apoderarse de su administración.
La transacción cercana a los 23 mil millones de dólares había sido calificada por Trump como una “’recuperación” del Canal, pero ahora China reafirmó que revisaría el acuerdo «para proteger la competencia leal y salvar el interés público», de acuerdo con un informe del The Wall Street Journal, que reproducen aquí otros informativo9s como el canal de noticias TVN.
Al respecto, el canciller del país istmeño, Javier Martínez-Acha, sustentó que esa operación es entre dos empresas privadas y solo su Gobierno participaría en un proceso posterior.
En un comunicado oficial, incluso el Ejecutivo indicó antes que la auditoría que realiza la Contraloría General a la filial a carga de los puertos «debe continuar hasta su finalización» y el resultado de esas acciones “será un factor importante por parte del Gobierno Nacional respecto de una nueva relación con el concesionario”.
La transacción se realizará por separado, una vez que las autoridades de la nación centroamericana den el visto bueno a los términos propuestos para la compra y venta, indicaron.
También el Gobierno panameño detalló que el Ministerio de Economía y Finanzas y la Autoridad Marítima estarán vigilando que el acuerdo cumpla todas las regulaciones y leyes del país.
Según analistas, la venta del 90 por ciento de la participación de la empresa Hutchison en dos puertos del canal de Panamá (en los extremos Atlántico y Pacífico) al consorcio estadounidense puede ser una salida a la crisis diplomática con Washington y los cuestionamientos a una supuesta influencia china sobre la ruta fluvial.
El presidente José Raúl Mulino y las autoridades del Canal han rechazado sostenidamente las declaraciones de Trump, y aseguran que la ruta fluvial desde hace 25 años es administrada totalmente por los panameños, al tiempo que desmienten la injerencia china en su administración.
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