La actividad eruptiva disminuye, pero persisten explosiones frecuentes con expulsión de rocas incandescentes, señalaron directivos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico, tras la presente situación de esta formación geológica en la norteña provincia de Alajuela.
«El Poás mantiene una alta actividad, muy explosiva y las medidas hasta ahora son pertinentes. El cierre del parque debe mantenerse por tiempo indefinido, no sabemos cuánto”, opinó el jefe de la Unidad de Investigación y Análisis de Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Lidier Esquivel.
Otro problema, según esas fuentes, es que la acumulación de cenizas en la parte oeste del cráter puede afectar el cauce del adyacente río Desagüe, que va hacia Bajos del Toro, y ocasiona corrientes y cabezas de agua.
«Llamamos a la población –alerto Esquivel- a evitar acercarse a los márgenes de ese torrente fluvial, porque es muy posible que empecemos a ver allí algunos flujos de lodo o cabezas de agua y no es recomendable estar ni en las cercanías ni mucho menos dentro del río».
El experto insistió en la prohibición de las visitas ilegales al volcán, “porque en este momento hay un alto grado de peligrosidad en los alrededores del cráter”.
Un reporte del canal Teletica.com, por su parte, citó informes técnicos respecto a que “la actividad eruptiva se concentra en la boca C, con grandes temblores, explosiones recurrentes y señales de levantamiento del edificio volcánico, acompañado de una persistente emisión de gases”.
El Ministerio de Salud emitió una alerta sanitaria ante la constante presencia de cenizas y compuestos volcánicos en el ambiente.
Por su lado, la CNE decretó alerta verde en los cantones de Alajuela, Poás, Grecia, Sarchí, Naranjo, Río Cuarto y Zarcero, mientras que el Parque Nacional que facilita la atracción turística al volcán mantiene una alerta amarilla.
Dicha instalación permanece cerrada desde el 26 de marzo de forma indefinida, por un directriz del Ministerio de Ambiente y Energía y de la Unidad de Investigación y Análisis de Riesgo de la CNE, cuyos expertos alertaron sobre la peligrosidad de la situación.
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