Previamente el cuartel general de la expedición, comunicó en las redes sociales que el navegante subió a bordo de un carguero que pasaba por el océano Índico con destino al puerto chino de Qingdao.
A pesar de haber terminado su viaje anticipadamente, Kóniujov se convirtió en la primera persona en la historia que pudo cruzar el Atlántico Sur en un bote de remos. Tardó 68 días en llegar desde Sudamérica hasta el océano Índico.
Durante la expedición, el viajero ruso planeaba recorrer una distancia de 18 mil kilómetros en 200 días, remando unas 15 horas por jornada. La ruta a Australia era la segunda etapa de la vuelta al mundo a través de los mares del sur del planeta, cuya primera parte Kóniujov completó en 2018-2019.
La eslora del bote Akros en el que navega Kóniujov es de nueve metros, la embarcación vacía pesa unos 400 kilogramos. Akros dispone de compartimentos impermeables para guardar alimentos y equipos, y tiene un sitio de descanso.
El barco está diseñado para soportar tormentas, olas e incluso posibles vuelcos. El bote está abastecido con 100 kilogramos de alimentos liofilizados para garantizar el consumo de cinco mil calorías por día, desalinizadoras de agua manuales y automáticas, comunicaciones satelitales y paneles solares.
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