La medida, que entraría en vigor a partir del próximo 1 de julio de 2025 para extenderse hasta el 31 de diciembre de 2026, fue propuesta recientemente por el Ministerio de Finanzas, que la considera también una solución práctica para apoyar el desarrollo empresarial y el crecimiento económico.
Según la propuesta, la disminución del IVA se aplicará a los grupos de bienes y servicios cuya tasa impositiva actual es de un 10 por ciento, excepto algunos como telecomunicaciones, actividades financieras, banca, valores, seguros y negocios inmobiliarios.
Tampoco será aplicable a los productos metálicos-mineros (excepto el carbón), y a los bienes y servicios sujetos al impuesto al consumo especial (con excepción de la gasolina).
La propia cartera recomendó ampliar los sujetos elegibles para la proyectada reducción de la tasa del IVA e incluir entre éstos los productos y servicios de tecnología de la información, rubros metálicos prefabricados y químicos, gasolina y petróleo, entre otros.
De aprobarse esta propuesta la reducción prevista de los ingresos del presupuesto estatal en los últimos seis meses de 2025 y todo el año 2026 equivaldría a alrededor de 4,9 mil millones de dólares.
Especialistas citados por la agencia de noticias VNA consideraron que la reducción de impuestos no sólo busca apoyar a las empresas, sino también aumentar el crecimiento del Producto Interno Bruto en un ocho por ciento o más este año y crear así una base sólida para lograr un alza de dos dígitos en el período 2026-2030.
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