De acuerdo con el jefe de Estado, esta agresión constituye una seria advertencia de intenciones ocultas contra el país, ya que ocurre después de la firma del acuerdo de Yeddah sobre el control de la frontera entre Líbano y Siria, con apoyo de Arabia Saudita, y tras la visita a Francia y el respaldo del mandatario Emmanuel Macron.

Aoun consideró que la persistente hostilidad de Israel exige intensificar los esfuerzos para colaborar con los aliados internacionales de Líbano y asegurar el apoyo al derecho a la plena soberanía.

El mandatario libanés pidió evitar cualquier violación externa o infiltraciones internas que puedan dar justificaciones para futuros ataques, y reclamó fortalecer la unidad nacional en torno a los objetivos delineados en el discurso inaugural de su elección y en la declaración del gobierno.

A propósito, el presidente reiteró la cooperación con el gabinete y sus dirigentes para garantizar que no se pierda la oportunidad de recuperación de Líbano.

En esta misma línea, el primer ministro, Nawaf Salam enfatizó que la agresión israelí contra el suburbio sur de Beirut es una clara violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que defiende la soberanía y la seguridad de Líbano.

La autoridad gubernamental indicó que tal escalada es un flagrante incumplimiento de los acuerdos de cese de hostilidades, en vigor desde el 27 de noviembre.

En la madrugada de este martes, aviones israelíes bombardearon las plantas superiores de un edificio residencial en el suburbio sur de Beirut, que provocó la muerte de cuatro personas y heridas a otras siete.

La segunda agresión de este tipo en el suburbio sur de la capital libanesa se suma a las cientos de violaciones cometidas por las fuerzas israelíes desde la implementación del acuerdo de alto al fuego en diversas regiones del país, bajo cobertura de Estados Unidos.

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