Los rojiazules visitarán al club que marcha quinto en la segunda división en el estadio Pierre-Mauroy, en la primera de las dos semifinales del torneo por eliminación directa que cada año atrae a miles de equipos profesionales y aficionados, con el otro cruce previsto mañana, entre Reims (Ligue1) y la escuadra amateur Cannes.
Ayer en la habitual rueda de prensa previa a los partidos, el entrenador del PSG, Luis Enrique, descartó que sus jugadores asuman el encuentro de esta noche confiados, pese a la enorme diferencia de plantilla entre ambos clubes.
El técnico cuenta con varias opciones en el ataque, sin que esté claro cuál será su tridente ofensivo, con futbolistas como el estelar Ousmane Dembélé, Bradley Barcola, Désiré Doué, Gonçalo Ramos y Khvicha Kvaratskhelia.
Para el PSG la semana se proyecta relevante, ya que además de la posibilidad de avanzar a la final de la Copa de Francia, la que ha ganado en siete de los últimos 10 años, puede conquistar su decimotercer título y cuarto consecutivo de la Ligue1, si derrota el sábado al discreto Angers.
Por su parte, el Dunkerque, un club que marcha quinto en la Ligue2, saldrá a la cancha sin complejos frente al favorito ogro del fútbol galo.
A favor de los locales está el bien merecido calificativo en el torneo de “matagigantes”, al eliminar a tres equipos de la Ligue1: Auxerre, Lille y Brest, los dos últimos de buen nivel, ya que vienen de competir en la Liga de Campeones de la UEFA.
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