Esta jornada, durante un acto por el Día Nacional del Veterano y los Caídos en la guerra de 1982, el jefe de Estado no denunció la ocupación británica de ese territorio y, según Cafiero, “omitió uno de los pilares de la posición argentina en el reclamo internacional”.
Milei afirmó: “Anhelamos que los malvinenses decidan algún día votarnos con los pies a nosotros. Por eso buscamos ser una potencia, a punto tal que ellos prefieran ser argentinos, que no haga falta usar la disuasión o el convencimiento para lograrlo”.
Dicha declaración fue fuertemente cuestionada por analistas, políticos y medios locales de prensa.
No hay autodeterminación después de la ocupación y la expulsión. La Resolución 1514 de la Asamblea General de Naciones Unidas definió que no resulta aplicable. Milei afecta nuestra soberanía, por la que lucharon nuestros héroes de Malvinas, explicó Cafiero.
Por otra parte, el diario Página 12 refirió que la ceremonia en la plaza San Martín, “fue exclusiva para funcionarios y para un grupo de excombatientes mayormente con rango de oficiales, cuestionados por responder al gobierno de facto de entonces y señalados por los soldados que denunciaron maltratos y torturas durante la guerra”.
Mientras, varios veteranos no fueron incluidos en la lista de invitados y debieron observar el acto desde atrás del vallado.
A través de su perfil en la red social X, la expresidenta Cristina Fernández calificó de muy grave lo sucedido y acusó a Milei de cipayo.
El cipayo es alguien partidario del poder extranjero en desmedro de los intereses del país en el que nació. A ese lugar, las grandes mayorías lo llaman Patria y lo defienden como tal. Este pequeño hombrecito no quiere, ni puede entenderlo, afirmó.
A su vez, el politólogo Atilio Borón señaló que el discurso de Milei fue “vergonzoso”.
Implícitamente reconoció el derecho de los malvinenses a la autodeterminación, lo cual es una aberración diplomática, porque aquí lo que está en juego es el principio de la integridad territorial y no el derecho a la autodeterminación de una población implantada violentamente por una potencia colonial como Reino Unido, apuntó el analista.
Fue una muestra de lo poco o nada que le importa el interés nacional de Argentina, parte de cuyo territorio está en poder de Londres y la Organización del Trabajo del Atlántico Norte y ante lo cual el gobierno de Milei no tiene nada que decir, añadió.
Asimismo, denunció “la notable ausencia de los excombatientes que ni siquiera pudieron estar presentes en el lugar, pese a que fueron quienes se jugaron la vida por defender a nuestra patria”.
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