Trump y Musk decidieron en los últimos días que pronto será el momento de que el magnate regrese a sus negocios y que asuma un papel secundario en Washington.
La próxima salida de Musk se produce cuando ya algunos dentro de la propia administración ven al multimillonario como una carga política, que se evidenció la víspera cuando un juez conservador, al que Musk respaldó, fue derrotado por 10 puntos en su candidatura a un escaño en la Corte Suprema de Wisconsin, señaló el diario Político.
Esto también representa un cambio en la relación entre Trump y Musk con respecto a hace un mes, cuando funcionarios de la Casa Blanca y aliados predecían que Musk «llegó para quedarse» y que el presidente encontraría la manera de superar el plazo de 130 días, publicó el periódico.
Un alto funcionario de la administración consideró probable que Musk mantenga un rol informal como asesor y siga siendo una cara visible ocasionalmente en la Casa Blanca, añadió el medio de prensa.
Otro advirtió que quien piense que Musk desaparecerá por completo de la órbita de Trump se está «engañando», añadió.
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