Esta medida forma parte de la respuesta de Canadá a los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donal Trump, al sector automotriz, explicó.

Los ingresos se utilizarán para apoyar a nuestros trabajadores y a la industria automotriz canadiense, enfatizó Carney en medio de la guerra comercial desatada por el gobierno de Trump.

«Tomamos estas medidas de manera tenaz. Y las tomamos de una manera que está destinada a causar el máximo impacto en Estados Unidos y el mínimo impacto en Canadá», afirmó el primer ministro.

Canadá no impondrá aranceles sobre las piezas de automóviles como sí lo ha hecho Trump, porque los canadienses conocen los beneficios del sector automotriz integrado, explicó.

Los automóviles son el segundo mayor rublo exportable de Canadá y el sector emplea directamente a 125 mil canadienses y unos 500 mil en industrias relacionadas.

Ayer, Trump anunció un arancel general del 10 por ciento para todos los productos que se importen a Estados Unidos y aranceles específicos de diferentes porcentajes para unos 60 países, entre los que están las principales economías del planeta.

El mandatario presentó una tabla que incluye aranceles superiores al 10 por ciento para decenas de naciones, incluidas los de la Unión Europea (20 por ciento) y China (34 por ciento).

Aunque en ese listado no aparecen Canadá y México, principales socios comerciales de Estados Unidos, estos están sujetos al arancel del 25 por ciento anunciado por Trump para todos los automóviles fabricados en el extranjero.

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