Agentes costarricenses ocuparon durante un operativo la víspera contra la buscada estructura criminal “Los Myrie” fusiles de asalto de distintos calibres, municiones, drogas y armamentos de guerra que incluyeron el citado artefacto explosivo para ataques a una mayor distancia y mediante estrategias superiores, informó Teletica.com.

Los allanamientos, dirigidos por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) hacia puntos vinculados a la banda en distintas partes del país, comprendieron 17 diligencias simultáneas en barrios capitalinos, de las norteñas provincias de Heredia y Alajuela y de los cantones Alajuelita, Hatillo y Pococí.

El hecho está vinculado a una causa por narcotráfico, legitimación de capitales y un expediente paralelo en el que se investiga a esta misma organización por varios homicidios que causaron horror en la población, explicó el director del OIJ, Rándall Zúñiga.

Por su parte, la Fiscalía General informó que el grupo narcotraficante operaba en territorios donde ocurrieron choques violentos con armas de fuego de grueso calibre entre bandas rivales, en particular en zonas de comercialización de drogas.

Miembros de la agrupación criminal “Los Myrie” -describe el Ministerio Público- practican vigilancias en sitios de venta bajo su control en la capital y en otras céntricas ciudades para mantenerse alertas sobre la presencia de la Policía o de personas que representan alguna amenaza para ellos.

Según la fuente, los jefes de la organización criminal reclutan a personas para encargarles la logística y venta de estupefacientes, como el cobro de dinero generado por ese ilícito comercio, y el almacenamiento, preparación, dosificación y posesión de dichas sustancias de uso no autorizado.

Los líderes principales del grupo, identificados como Wiston y David Myrie, cumplen en prisión penas por tráfico de armas y se presume que desde allí giraban órdenes sobre el negocio de la comercialización de drogas.

Agentes del OIJ que operaron contra el grupo de narcos, dedicado a la venta de drogas como crack, marihuana, cocaína y otras de origen sintético, detuvieron a siete integrantes, dos mujeres y cinco hombres, los cuales se suman a otros seis que ya están presos.

Medios de prensa, ciudadanos, legisladores, gobernantes y representantes de la sociedad civil coinciden en que la inseguridad es uno de los problemas más graves del país, atribuida a la creciente presencia de narcotraficantes como los de esta banda, que incrementan, a su vez, las cifras de homicidios en la nación centroamericana.

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