El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Guo Jiakun subrayó que los órganos judiciales y las instituciones pertinentes del país manejan el caso de acuerdo con la ley y garantizan al mismo tiempo los derechos legales de las personas involucradas.
El vocero también señaló que Filipinas ha fabricado recientemente varios casos de supuesto espionaje contra ciudadanos chinos, en base a acusaciones infundadas y la politización de los asuntos.
«China se opone firmemente a estas acciones y ha presentado repetidas protestas formales», afirmó Guo.
El portavoz instó a Filipinas a cesar las acusaciones infundadas y a manejar de manera justa y legal los casos que involucren a ciudadanos chinos
Previamente, el Ministerio de Seguridad del Estado informó que los servicios de inteligencia extranjeros han estado desarrollando y utilizando a nacionales en China para realizar actividades de espionaje, lo que representa una amenaza significativa para la seguridad nacional.
En este sentido, las agencias de seguridad chinas desarticularon una red de espionaje filipina en el país y detuvieron a tres personas implicadas en actividades de espionaje.
Los nexos entre las dos naciones vecinas se deterioraron notablemente desde la llegada al poder en Manila de un presidente partidario de la alianza con Estados Unidos.
A las constantes incursiones de Manila en el Mar Meridional de China y los choques entre guardacostas de los dos países, se suma el despliegue en Filipinas de los misiles de alcance medio Typhon y la posible compra de armamento a Washington.
Beijing ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de resolver las diferencias mediante el diálogo y la consulta, a fin de gestionar la situación marítima y encauzar las relaciones bilaterales hacia la normalidad.
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