Durante la Nakba (catástrofe en árabe), ese país saqueó gran parte de nuestros documentos y manuscritos, denunció el funcionario en un comunicado en alusión a la creación de Israel, en 1948, y la expulsión de cientos de miles de palestinos de sus tierras.
Detalló que ese país transfirió los pliegos a sus instituciones académicas en un intento de reescribir la historia para servir a su falsa narrativa.
Esa nación continúa hasta la actualidad con sus políticas coloniales contra la memoria de nuestro pueblo, subrayó.
Al respecto, criticó el cierre de bibliotecas palestinas y los intentos por destruir el patrimonio nacional.
Recordó que Palestina fue durante siglos un centro intelectual y cultural, por lo cual sus bibliotecas albergan manuscritos raros sobre jurisprudencia, historia, astronomía, medicina y literatura.
Explicó que en el corazón de ese legado se encuentra Jerusalén, cuya zona oriental está ocupado por Israel desde 1967.
Hamdan alertó que la tragedia cultural en Palestina alcanzó su punto máximo en la Franja de Gaza.
Allí las bibliotecas y centros de investigación que contenían manuscritos y documentos raros fueron bombardeados y destruidos durante la reciente agresión, lamentó.
Las bombas alcanzaron bibliotecas públicas y archivos importantes que contenían registros históricos, entre ellos la Mezquita Omari, una de las más antiguas de Palestina, resaltó.
Consideró que lo ocurrido en Gaza fue un ataque deliberado a la memoria palestina y un intento de borrar una parte de su historia.
Ante esa situación, llamó a las instituciones culturales y científicas árabes e internacionales a proteger el patrimonio palestino y a trabajar para detener la agresión israelí.
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