Según el reporte de esta organización social, en los debates fueron aprobadas “estrategias de trabajo para enfrentar la ofensiva mundial imperialista, necolonialista y fascista. #Solidaridad #Cuba #Venezuela #Bolivia”

El manifiesto de abril advierte que “la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania es el epicentro de la escalada fascista a nivel global, impulsada por el imperialismo estadounidense para preservar su hegemonía”.

Añade que, en este empeño, Estados Unidos no ha dudado en sacrificar a sus aliados europeos, quienes hoy sufren las consecuencias directas e indirectas del conflicto.

Describe que las sanciones económicas contra Rusia y el constante apoyo militar con tecnología armamentística de última generación no han logrado su objetivo: doblegar a Rusia ni debilitarla lo suficiente para avanzar en su estrategia de neutralizar a China como nueva potencia económica emergente.

Resalta que, al mismo tiempo, para mantener su dominio en el Medio Oriente, el imperialismo volvió a orquestar una masacre contra el pueblo palestino, valiéndose del régimen sionista de Israel, que actúa como base militar estadounidense en la región.

Sin embargo, aclara, la resistencia palestina, junto con la lucha heroica de combatientes de otros países, ha frustrado los intentos sionistas de aniquilar a Palestina.

Advierten los antifascistas que, detrás de la actual administración presidencial estadounidense, se encuentra el sionismo judío, que ejerce control a través de empresas, la banca y el respaldo electoral a figuras como Donald Trump.

Denuncian que hoy Estados Unidos y el sionismo buscan involucrar a Irán en el conflicto promovido por Israel con el objetivo de controlar Medio Oriente y Asia, como parte de su guerra contra China, el principal rival del imperio norteamericano.

Respecto a América Latina, subrayan, el imperialismo intenta «poner orden» en lo que considera su «patio trasero», impulsando una escalada de agresiones contra Venezuela y Cuba.

En el caso de le la tierra de El Libertador Simón Bolívar, el gobierno de Trump ha avivado el conflicto con Guyana, un enfrentamiento que, como tantos otros entre nuestros pueblos, sirve a los intereses de corporaciones ansiosas por explotar el petróleo venezolano.

A la par, añaden, socavan al Gobierno del presidente Nicolás Maduro para provocar su caída.

Por otra parte, el criminal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba persiste y se agrava, pero la resistencia revolucionaria, que inspira admiración y solidaridad mundial, permanece firme tras más de seis décadas de agresiones.

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