Por separado, las máximas autoridades del Estado, Gobierno y Legislativo abordaron con la representante de la Casa Blanca la situación en el sur del país, la evolución de la frontera con Siria y las reformas financieras y económicas destinadas a combatir la corrupción.
En una reunión en el Palacio Presidencial de Baabda, el mandatario Aoun manifestó a Ortagus que el ejército libanés cumple con sus deberes y coordina con el comité de supervisión del alto al fuego, liderado por Estados Unidos.
Por su parte, durante el encuentro en el Grand Serail (Palacio de Gobierno), el jefe del Ejecutivo y la enviada estadounidense discutieron la necesidad de que Israel complete su retirada del territorio libanés y enfatizaron en la importancia de un control total de la frontera con Siria, así como prevenir disturbios y detener todas las formas de contrabando.
En el diálogo, Ortagus expresó su satisfacción con las medidas adoptadas por el gabinete, especialmente en el aeropuerto internacional Rafic Hariri, además del levantamiento del secreto bancario, la implementación de reformas financieras, la mejora de los nombramientos y la lucha contra la corrupción.
También, destacaron el papel del Ejército en la implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y el mantenimiento de la calma en coordinación con el mecanismo de seguimiento del cese de hostilidades.
Luego, el titular del Parlamento, Nabih Berri, proporcionó a la enviada norteamericana una lista de 18 leyes de reforma completadas por el legislativo y describió la reunión como buena y positiva.
En la cita, ambos analizaron los acontecimientos sobre el terreno relacionados con las violaciones y ataques israelíes a Líbano, que causaron víctimas diariamente.
De acuerdo con el canal LBC, el jefe de las Fuerzas Libanesas, el ultraderechista Samir Geagea, recibió a Ortagus en su casa para mantener una discusión sobre los acontecimientos nacionales y regionales.
El reporte indicó que ambos enfatizaron la necesidad de que el Estado libanés extienda su autoridad a todo su territorio, desarme a las milicias, asegure la frontera siria, garantice el control total de los puertos aéreos y marítimos, y finalice la retirada de Israel de las áreas ocupadas.
Aunque promueve públicamente el “trabajo diplomático”, expertos, políticos y funcionarios libaneses consideran que la verdadera misión de Ortagus es empujar al Estado hacia la normalización con la ocupación israelí, o a una guerra civil para obligar al ejército a enfrentarse a la Resistencia.
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