Las autoridades de Quito resaltaron que eso equivale al beneficio ambiental de plantar 400 mil árboles o retirar cuatro mil vehículos livianos de circulación.
El sector del transporte es una de las principales fuentes de contaminación en Quito, pues genera tres millones de toneladas de gases de efecto invernadero anualmente, según la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito (REMMAQ).
Con la entrada en circulación de los nuevos “troles”, habrá una reducción de emisiones contaminantes de sustancias como óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), dióxido de azufre (SO2) y partículas finas (PM2.5 y PM10).
Eso contribuirá a disminuir el riesgo de asma, bronquitis y problemas del corazón que son causados por respirar aire contaminado durante mucho tiempo.
Otro beneficio será una menor contaminación acústica, porque los buses eléctricos son considerablemente más silenciosos que los vehículos diésel.
Además, cuentan con puertos USB y tipo C, pantallas internas para información al usuario, disponen de un botón de pánico y 20 cámaras de seguridad.
La nueva flota fue comprada por la alcaldía de Quito a la empresa china Yutong por 35,3 millones de dólares, sin embargo, una pugna con el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) tuvo retenidos otros 14 buses que finalmente fueron liberados, pero no han entrado en circulación.
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