En torno a una Conferencia sobre Seguridad en Centroamérica, que tendrá lugar en esta capital la próxima semana; y la visita del secretario de Defensa, Pete Hegseth, el también catedrático señaló que el Gobierno debería apoyarse más en el Tratado de Neutralidad suscrito en 1977.
Navas explicó al diario La Estrella de Panamá que en el artículo V de este documento se precisa que desde el año 2000 solo el país istmeño manejará la ruta fluvial y tendrá en su territorio fuerzas armadas y sitios de defensa.
Además, alertó sobre la creciente presencia de militares estadounidenses, algo que no se puede seguir disimulando.
Para Navas el punto más débil del canal no son sus compuertas sino sus embalses como el de Gatún, que si se vacía ningún barco pueda transitar.
“Ellos lo saben. Los ingenieros militares de Estados Unidos se lo dijeron a su gobierno. Usted no puede detener a un pequeño grupo de hombres cargando mochilas con dinamita”, remarcó.
Acerca de la visita de Hegseth- quien será recibido por el presidente de la Republica José Raúl Mulino y el ministro de Seguridad, Frank Ábrego-, dijo que confía en que no haya acuerdos sobre bases militares ni nada que someta al país a violar el Tratado de Neutralidad, algo que no se negocia.
Para el funcionario, desde que Estados Unidos puso su pie, su bota, en el territorio panameño, se ha estado lidiando permanentemente en resistencia contra políticas de humillación.
En ese sentido llamó al diálogo, a buscar consensos internos, a una conducta de la mayoría de la sociedad panameña, y no a la de un individuo o un Gobierno.
Además instó a acudir al necesario multilateralismo, contrario a lo dicho por Mulino de que no quiere acompañantes en el viaje.
Nosotros logramos administrar el canal a partir del 31 de diciembre de 1999 al mediodía gracias a esa política exterior planificada, subrayó.
El 31 de diciembre de 1999 en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter (1977), Panamá recuperó la administración de la vía interoceánica y logró la salida de unas 14 bases militares norteamericanas destacadas en la llamada Zona del Canal, un peligro que vuelve a rodear a la nación canalera, según analistas.
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