No debemos excluir ninguna opción y podríamos abrir la caja de instrumentos europeos, que es muy completa y representa una posibilidad de riposta extremadamente agresiva, declaró a la prensa el funcionario antes del inicio en Luxemburgo de una reunión de titulares de Comercio Exterior del bloque de 27 Estados miembros.

Según Saint-Martin, tanto los bienes como los servicios estadounidenses constituyen blancos potenciales de la reacción, a partir de los anuncios de Trump el 2 de abril de establecer aranceles para decenas de países, entre ellos un 20 por ciento a los productos procedentes de la UE, tarifas aduaneras que siguen a las ya dictadas para el acero y el aluminio.

Hablamos entre los instrumentos disponibles del mecanismo anti-coerción, dijo en alusión al protocolo destinado a defender los intereses del bloque y a actuar como elemento disuasivo.

El ministro manifestó que Francia prefiere la cooperación y la negociación a la escalada y la confrontación, pero estima que la UE debe estar lista para responder. Saint-Martin recordó que en una decena de días saldrá la primera de las ripostas, relacionada con los aranceles impuestos por Trump al acero y al aluminio.

Después tendremos en la UE hasta finales de mes para reaccionar a las llamadas tarifas recíprocas, señaló.

Asimismo, insistió en que lo mejor sería evitar una guerra comercial de la que nadie saldría vencedor.

En los últimos días, además de criticar la decisión de la Casa Blanca, voces desde Francia, incluyendo la del presidente Emmanuel Macron, han abogado por respuestas contundentes a Washington, entre ellas la suspensión de nuevas inversiones galas en Estados Unidos hasta que se despeje el panorama.

mem/wmr