El siniestro ocurrió en el municipio de Putra Heights y obligó a evacuar de urgencia a cientos de familias residentes, además de causar heridas de distintos grados a 145 personas.
Un total de 81 casas fueron confirmadas como arrasadas, con daños estructurales superiores al 40 por ciento, mientras otras 81 quedaron parcialmente destruidas y 57 sufrieron daños que requieren reparaciones.
Todavía se inspecciona la zona impactada por el accidente para contabilizar daños y solicitar reparaciones.
El día de la explosión, una columna de fuego y humo de más de 30 metros de altura resultó visible a kilómetros de distancia y creó un cráter de 32 pies de profundidad.
En su interior las temperaturas alcanzaron los mil grados Celsius y los bomberos tardaron casi ocho horas en extinguir el incendio por completo.
Mediante un comunicado, la compañía petrolera nacional Petronas reconoció ser la propietaria de la tubería de gas averiada, cuyo estallido afectó directamente a mil 254 personas.
La policía investiga las causas del detonante de la explosión que también causó afectaciones a 148 autos en un radio de 500 metros.
Por su parte, la Junta de Vivienda y Bienes Raíces del estado malasio de Selangor anunció hace unos días que ofrecerá más de 100 casas como hogares temporales a las víctimas.
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