El titular reconoció que el sorpresivo tributo del 10 por ciento aplicado por el presidente Donald Trump a las importaciones de Belice ha generado temores inflacionarios, desestabilizado los mercados y ensombrecido el gasto de los consumidores, especialmente entre los viajeros estadounidenses.

Según datos recientes, el mayor impacto para Belice podría no estar en sus exportaciones, sino en el turismo pues casi 70 por ciento de los turistas que pernoctan provienen de Estados Unidos, y los aranceles se traducirán en menos visitantes, estancias más cortas y presupuestos más ajustados.

Otra afectación reconocida por el gobierno beliceño, además de menos reservaciones, está en la inflación, la cual está elevando el costo de bienes importados claves para el sector turístico: alimentos y bebidas, productos de limpieza, ropa de cama, electrónicos, y repuestos vehiculares.

Estos aumentos presionan a hoteles, operadores turísticos y restaurantes, muchos de los cuales aún se recuperan de las dificultades financieras de la pandemia por Covid-19.

El objetivo ahora, según Coye, es adaptarse rápidamente, diversificar mercados y prepararse para una posible disminución de viajeros estadounidenses en los próximos meses.

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