El mandatario anunció que sostuvo una conversación telefónica con Trump y este se mantuvo abierto a escuchar propuestas en torno a la imposición de un impuesto del 24 por ciento a las importaciones de Japón, que entrará en vigor a partir de mañana.

Según manifestó, el gobierno nipón utilizará la vía del diálogo para persuadir al de Estados Unidos de flexibilizar estas medidas de fuerte impacto para la economía nacional.

Ishiba indicó que incluso considera la posibilidad de visitar Estados Unidos, en un momento oportuno, y destacó las acciones de su gabinete para intentar mermar la influencia perjudicial de la aplicación de los nuevos aranceles y brindar apoyo a los empresarios japoneses.

Siguiendo la orientación del primer ministro, el Ejecutivo desarrolló este martes su primera reunión de un grupo de trabajo integral, con la vista puesta en identificar áreas que podrían negociarse con Estados Unidos.

Ante un comité parlamentario, Ishiba rechazó la víspera la idea de que Japón ha estado actuando injustamente, en referencia al planteamiento de Trump de que Estados Unidos ha sido estafado por sus socios comerciales y subrayó cómo su país ha contribuido a crear empleos en suelo norteamericano mediante la inversión.

La imposición de un impuesto del 24 por ciento a las importaciones de Japón es vista como un duro golpe a la economía de esta nación asiática, muy dependiente de sus exportaciones a Estados Unidos y con un gran número de compañías invirtiendo en ese país.

Por otra parte, el estadista prometió realizar los máximos esfuerzos para garantizar que los aranceles estadounidenses no afecten la financiación y el empleo, en especial en las empresas más pequeñas de Japón.

De manera adicional, la administración norteamericana aplicará un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles de Japón, un sector económico clave, así como gravámenes del 25 por ciento sobre todas las importaciones de acero y aluminio.

Hace unas semanas, Trump impuso un nuevo impuesto del 25 por ciento a los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos, por lo que la tasa para los vehículos importados de Japón se suma a los gravámenes ya vigentes.

El Ejecutivo de esta nación asiática asegura que Japón es el país extranjero de cuyas empresas más empleos estadounidenses dependen en el sector manufacturero.

Japón deviene el mayor inversor foráneo en Estados Unidos y, al decir del ministro de Economía, Comercio e Industria, Yoji Muto, los nuevos aranceles van a restar potencial a las inversiones de empresas niponas allí.

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